La ciudad de Barcelona ofrece a todos sus visitantes un gran número de actividades de ocio para disfrutar en todos los sentidos y con independencia de cuales sean tus gustos, ya que la variedad de oferta permite escoger entre un gran abanico, aquella que te sea más apetecible. Dentro de dicha oferta no podemos dejar de nombrar a la oferta gastronómica de la ciudad de Barcelona. Dicha oferta como no puede ser de otra forma está influenciada por la gastronomía de las comarcas que se encuentran a su alrededor y en general por las tradiciones gastronómicas del resto de Cataluña.
A pesar de que la oferta gastronómica ha crecido y se ha ido internacionalizando y modernizando, nos gustaría recomendaros, los que consideramos los platos más típicos de la tradición gastronómica local. Dentro de dichos platos no pueden faltar en la mesa recetas como; Pan amb tomaquet (pan moreno, con aceite, tomate y sal), la Esqueixada de bacallá (ensalada fría de tomate, cebolla, pimiento, aceitunas, huevo duro junto a bacalao), la Escudella (una especie de cocido), la Butifarra con mongetes (alubias fritas en el aceite de la propia butifarra), el Fricandó (estofado de carne servido junto a una salsa de frutos secos) o la Escalivada (berenjena, pimiento rojo y cebolla asados al horno y aderezados con aceite de oliva y sal)
Si bien cualquiera de estos platos puede considerarse de los más típicos que puedes probar en tu próximo viaje en el Tren Madrid-Barcelona, nos gustaría hacer una propuesta gastronómica más y esta son los Calçots, principalmente por su sencillez y a la vez su originalidad. Los Calçots son una especia de cebolla tierna de temporada, la cual tiene un savor más dulce y que se suele encontrar desde mediados de noviembre hasta finales de febrero. La tradición es que se asen a la brasa y cuando esté totalmente quemada se quita la capa exterior, para poder comerla tierna acompañada de una salsa romesco compuesta por tomate, ajos, almendras, avellanas, pan y aceite de oliva.
